“Con los precios de la gasolina en niveles astronómicos, existe el riesgo de que se agregue un nuevo shock inflacionario al actual. No se requiere mucha especulación para establecer que tal desarrollo sería negativo para el euro. El BCE solo podría hacer la lucha contra la inflación más urgente. Lo justo para evitar una espiral de depreciación del euro y aceleración de la inflación. Algunos incluso podrían temer que no podrá lograr ni siquiera eso”.

“Si leo que algunos analistas se refieren al euro como 'no comprable’, tengo la impresión de que los niveles y el sentimiento del euro han ido demasiado lejos. Pero incluso bajo esa suposición, no hay razones para una recuperación significativa del euro, mientras la espada de Damocles de una crisis del gas se cierne sobre nosotros”.